5 de septiembre de 2024 | Por Raquel Gómez Almaraz

Hablar de agricultura regenerativa es hablar de una agricultura a favor de la VIDA.

Decirlo es fácil, pero abordar el giro de un modelo convencional a uno regenerativo puede ser un reto si partes de cero.

Y es que el modelo convencional es cómodo - solo hay que seguir los programas bien orquestados que dicta la industria, con intereses claros en vender y vender, en los que el productor se limita a comprar el paquete tecnológico completo: semillas, maquinaria, agroquímicos… ! Ay del agricultor que olvide alguna aplicación, porque entonces su cultivo, como enfermo de cuidados intensivos, se vendrá abajo!

Hacer el cambio del primer modelo al segundo supone reconocer una necesidad, puede ser económica, de salud, por principios o de otra índole- y enfocarse en un objetivo claro: trabajar de la mano de la naturaleza. Además, requiere de una guía, un plan maestro que determine prioridades, que zonifique, que ubique los usos de acuerdo a las características del lugar, para que la integración de los nuevos cultivos y resto de elementos sea funcional en el marco del proyecto y de los objetivos de manejo.

Así fue como en 2012 los dueños del rancho San Ricardo decidieron revertir el modelo de cultivo de este espacio de 73 ha en el norte de Oaxaca, México, dedicadas en su totalidad al cultivo de caña convencional y tornarlo en un modelo agroganadero a favor de la vida.

VIDA ES SINÓNIMO DE DIVERSIDAD…

El antiguo monocultivo de caña iba a convertirse en un ecosistema diverso, con estratos arbóreos, arbustivos y herbáceos y mucha diversidad de especies.

Recordemos que a mayor diversidad de plantas, mayor diversidad de raíces y de microorganismos subterráneos fabricando suelo rico en humus para nutrir plantas y animales….

Lo primero que pensaron los dueños del rancho fue en encargar el Diseño Hidológico a Máshumus

para disponer del plan maestro que ubicaría usos de acuerdo, principalmente, pero no solo, a la hidrología del lugar.

De esta forma, Máshumus demarcó un área de captación donde se plantarían especies forestales y bambú, varias áreas para la plantación de frutales y otras para cultivos anuales y caña, en la parte más baja y más húmeda. Además establecimos la dirección de cultivo -diferente en cada área- en líneas equidistantes a desnivel, para conducir suavemente el agua de escorrentía y distribuirla en todo el terreno, fomentando su infiltración.

Y se cambió radicalmente la forma de cultivar

Se dejó de comprar agroquímicos y se instaló una biofábrica donde hoy se producen los bioinsumos que requieren, con base en recursos locales. Biofertilizantes enriquecidos con plátano, rico en potasio, compostas calientes, y otras de ciclo más largo, o repelentes de insectos ricos en silicio son algunos ejemplos de lo que allí producen. Y cuando tienen excedentes lo venden a productores locales a un precio muy accesible.

Con el pastoreo dirigido, con cerco eléctrico móvil entre líneas de árboles, la manada pasta cada día en un potrero diferente, durante todo el año, incluyendo el estiaje. Sólo se suplementa cuando las ovejas paren sus crías.

Esta planificación del movimiento continuo de la manada permite la recuperación del pasto ya comido, además del abonado del suelo y un suave masajeo que acelera la incorporación del abono en el suelo.

Para ir terminando este artículo y no hacerlo demasiado extenso, quiero mencionar 2 aspectos muy relevantes, que no pueden quedarse fuera de esta foto panorámica y muy resumida de la transformación del lugar.

Adicionalmente, destaco el hecho de que el proyecto del rancho San Ricardo se constituyó con la misión de compartir experiencias y promover un cambio en el modelo agrícola de la región y más allá. Por ello, los técnicos del cercano ingenio La Margarita están llevando el diseño Keyline a parcelas de pequeños cañeros -2 a 4 ha normalmente- que abastecen al ingenio. Hasta la fecha son casi 1,000 ha de pequeños productores los que ya están aplicando esta forma de cultivar y retener el agua en sus parcelas.

Aquí todos se benefician, la agricultura regenerativa se trata de beneficiar a todo y a todos, debe ser un ganar ganar, donde cada elemento (planta, animal o humano) cumple su función en el ecosistema, se comparte con equidad y se cuida a las personas y al planeta.

Cuando en el verano de 2023 fuimos a visitar el Rancho San Ricardo habían pasado 10 años desde el comienzo de su transformación y nos llenamos de alegría al atestiguarla en campo. Pero más nos alegró encontrarnos con algunas personas con las que comenzamos la aventura de la regeneración. Volver a ver a Élfego, a Tabo, al chofer con el que levantamos la topografía y que ahora maneja un cultivador Yeomans, fue todo un regalo. Y a nuestro buen amigo Pablo Ruiz Lavalle, director y “capitán” del proyecto y conductor del sueño de devolver la vida al lugar.

Felicidades por este gran trabajo que está dando muchos frutos, que además -y esto lo hace aún más valioso e interesante para ti que nos estás leyendo: !están cuantificados! 

Así es, en San Ricardo disponen de datos numéricos sobre: agua retenida con el Keyline, y su impacto a nivel de cuenca hidrológica, producción y productividad comparada con ranchos vecinos, calidad del suelo y otros. Y mucha cualitativa visual de enorme valor para poder entender también los datos numéricos.